Tres cosas que me pasaron alguna vez

Hay tres momentos de mi vida que fueron muy importantes, de esos en que uno "cae", hace un insight y se ilumina, se sorprende.
Al contrario de lo que -yo mismo- hubiera imaginado, no tienen que ver con una muchacha, ni con romances o amistades... tienen que ver con la posición en la que uno se encuentra, el pensamiento lateral, con el destino y la probabilidad, con los sueños, el tiempo y la eternidad.

Uno de esos momentos fue en la primaria, tendría unos 10 años y en el colegio leíamos el aburridisimo manual "Ventana al mundo". Y si bien aprendíamos alguna que otra cosa de vez en cuando; lo que aprendí aquel día me dejó patas para arriba. Era una tontería, un detalle, una "avivada" casi; pero cómo me impactó!!!
En el texto del manual de geografía un avestruz y un sapo conversaban a la noche en Mendoza; al lado de la cordillera chilena. Entonces hacen una apuesta: a ver quién veía el primer rayo de sol. Entonces se quedaban la madrugada despiertos esperando a que amanezca. El avestruz miraba hacia el Este y estiraba su cuello para ganar la apuesta. En cambio el sapo muy tranquilo miraba hacia el Oeste. El ave pensaba "que bruto este sapo que no sabe que el Sol sale por el Este". Y sin embargo; cerca de las 6 de la mañana el sapo le anuncia: "Te gané; allí está el primer Rayo de Sol" y le señala el pico de las montañas de los Andes; donde el sól ya iluminaba el imponente paisaje; mientras el avestruz aún intentaba vislumbrar algo en el oscuro horizonte del Este.

¿Simple no? bueno... pero de los 35 alumnos de esa clase yo quedé pasmado!! woow!! que increible!!! de ninguna forma creía que iba a ganar el sapo!! Ese capítulo del manual me había iluminado como a los picos de la cadena montañosa!.
Es decir... no siempre las cosas pasan como uno piensa; hay alternativas, según tu ubicación, según la geografía, el sol puede aparecer por el este o por el oeste. En serio!! hoy; 15 años después de eso, todavía muchas veces ante situaciones diarias pienso si estaré parado mirando al lado correcto; acostumbrado a la lógica; cuando no siempre las cosas obedecen un orden racional

[continuará...]