23 de mayo de 2010

Como un romano


Como un romano me sentía. Como un romano por escalera.

En uno de esos -tantos- educativos programas del Discovery Channel que vi de pequeño que trataba sobre la historia de los romanos y de su momento de apogeo, contaba como era su vida además de en el entorno militar y sus grandes expansiones de imperio por toda Europa, parte de Asia y algo de Africa. Entonces te retrataba el día típico romano, desde que un ciudadano civil se despertaba y trabajaba hasta que pasaba por los baños públicos y visitaba las carreras o los espectáculos gratuitos del Coliseo, hasta que volvía a su casa.
Y un arqueólogo mostraba los lugares reales donde los romanos habían construido sus viviendas.
Resulta que tenían edificios con departamentos.
Los materiales que tenían eran sólidos, roca buena, una especie de "cemento" también resistente y la idea de edificar hacia arriba les iba bien.
Pero entonces... porqué construian como máximo 6 pisos y no 100?
La respuesta es el ascensor.

Claro, los arquitectos parece que al principio hicieron un par de torres altas, re lindas, todo bien, pero el señor don romano que vivia más allá del 6to tenía que llevar el agua a su casita en una vasija y llegaba hecho pelota.

Asi estuve yo el domingo pasado. Como un romano cargando mis vasijas con agua.
Justo el día que me mudé no funcionaba el ascensor, asique tuve que realizar aproximadamente unas decenas de viajes (multiplica por 2 por la ida y vuelta) hasta el 5t0 piso.

Creo que el Discovery me hubiera catalogado como un romano promedio pero modelo 2010.

El futuro ya llegó.


PD: decí que con la emoción que tenía de volver a alquilar un departamento para irme a vivir solo, me la banqué bastante bien. Supongo que habré estado en un especie de estado Alfa que me anuló todo sentido de cansancio (por ese día).